Su nombre se hizo conocido de nuevo tras su desaparición cuando él sólo deshizo una furiosa tormenta que atormentaba el Polo Norte. Fue durante su viaje allí para ser evaluado por los Líderes Tribales de los Habitantes Agua.
Tiene como mascota un bisonte volador de pelaje negro, uno de los antiguos machos alfas que resurgieron la legendaria raza de Maestros Aire animales.
Es el único usuario del Elemento Energía a parte del Avatar, y no hay nadie como él controlando los otros elementos mediante su propio poder sobre el Aire.
Es el Maestro más poderoso del mundo, muchos apuestan a que está al mismo nivel que el Avatar... pero nadie más que él sabe la verdad a ese respecto.
Al igual que ciertos guerreros mortales a lo largo de la historia, Feng aprendió por su propia cuenta los puntos de chi del cuerpo humano, por lo que es un guerrero terrorífico en todos los sentidos, ya que es capaz de obstruír sin necesidad de usar el Elemento Energía las corrientes de Chi de los Maestros para inhabilitarlos de usar sus poderes durante un tiempo.
Sus conocimientos no se reducen a su elemento, sino que abarcan todas las corrientes del resto, aunque no pueda utilizarlos él mismo al menos sabiendo todo de ellos.
No tiene una residencia fija, siempre se mantiene viajando.

Siempre ha sido partidario de la paz total y completa entre las naciones, además de encantarle los niños, meditar, contactar con los espíritus y hablar con las criaturas espirituales tales como los bisontes (le gusta especialmente el suyo propio). Se entrena a diario para aumentar aún más sus habilidades, pero también le gusta usar su tiempo de ocio para ayudar a aquellos que necesitan de su ayuda sean de la raza que sean y tengan los recursos que tengan. Proteger, cuidar y aconsejar es su lema.

Odia pensar en que posiblemente una guerra estalle pronto, además de tener cierto desprecio por aquel que sea que mueve los hilos y es el responsable de la desaparición de la Avatar. No le gusta recurrir a la violencia, y nunca mataría a alguien más si no tuviese otra opción.

El origen del Sabio Feng Tian no está claro, ya que en realidad nadie conoce su verdadera historia; en los libros vienen recogidos no uno... sino dos nombres iguales al del Gran Sabio, uno de ellos reflejándolo a él, el otro a un antiguo Maestro Aire que se supone desaparecido y que cuando los Maestros Aire se escondían en las entrañas de las montañas para sobrevivir a la Nación del Fuego los guió y ayudó... ¿cómo podría alguien pensar que ambos nombres reflejan a una única persona?
Feng Tian es el descendiente del anciano Maestro Aire que guió a unos pocos de los suyos bajo las montañas para ocultarse de la Nación del Fuego cuando ésta atacó los templos. Dominó el Aire-control en su totalidad con apenas doce años, y con veinte aprendió a utilizar la Energía, volviéndose una criatura eterna, como pronto descubriría.
Durante los treinta primeros años de su vida, pues, permaneció allí abajo, y cuando la Guerra terminó, guió a los suyos hacia la luz de nuevo... para desaparecer después.
¿Por qué lo hizo? Bueno... alguien que no ha envejecido ni un poco en diez años... de alguna manera siente que es diferente, y decide seguir su camino para no incomodar a los suyos... a aquellos que quiere.
Así pues, Feng prefirió salir de su patria y ver mundo, aquel que le había sido negado durante la invasión de la Nación del Fuego, tomando noticia e incluso visitando una vez la Ciudad República.
El portentoso Maestro Aire visitó muchos lugares, aprendió mucho desde de los más prestigiosos maestros elementales hasta los aldeanos más humildes, nunca despreciando a nadie por su apariencia, buscando el conocimiento en cualquiera que, sabía, podrían tener más que de sobra.
El tiempo pasó, manteniéndolo a él intacto y, al escuchar los rumores de la caída de la Ciudad República y la postulación de un plan de acción por parte de todos los gobernantes de las cuatro naciones de crear un Consejo con los Maestros de cada elemento más poderoso para que mantuviesen la paz, Feng decidió dar un giro a su vida y formar parte del mayor movimiento por el cambio y de camino hacia la paz que se había celebrado desde el proyecto de República; apenas le llevó un mes demostrar a todos aquellos responsables gobernantes que tenía todo lo necesario... se volvió el Sabio del Aire y Guía Espiritual de los Nómadas del Aire por unanimidad.
Desde entonces, Feng ha trabajado por y para la paz todos los días de su vida, manteniendo sus ideales y siendo fiel a sus decisiones aunque éstas sean dolorosas, ayudando a todo el mundo que lo merece y tratando de lograr que el mundo sea un lugar mejor...

Amable, encantador, sabio, comprensivo... muchas son las características positivas que posee su personalidad; es un genio por las modificaciones que realizó en el Aire-control que él realiza, haciendo sus movimientos impredecibles incluso para otros Maestros Aire, aprendiendo incluso a utilizar la definitica corriente de poder del elemento: la Energía.
Puede que lo único resaltable como "negativo" de su personalidad podría ser aplicada a su vida privada, ya que puede ser algo infantil con gente de confianza en situaciones nunca serias. A pesar de eso, también es ingenuo en el sentido de querer perdonar y ayudar a todos... aunque hasta él pierde la paciencia en ciertas ocasiones.
Siempre tiene sabios consejos para cualquiera que le pregunte, y cuando la situación lo requiere su seriedad es máxima, aunque los niños suelen perderle... le encanta jugar con ellos, hacerlos reír y rabiar a partes iguales.
Confía en sus propias habilidades, y es muy decidido, con una voluntad férrea una vez toma una decisión.

Feng es un nómada del aire fuera de lo común a parte de por sus poderes... también por su aspecto.
Aunque posee el negro cabello de los nómadas, suave, largo, liso y especialmente hermoso, además de los grandes ojos azules que también portan a veces los suyos y la pálida y suave piel que casi todo nómada tiene... él es el Maestro Aire entre Maestros Aire... y sin embargo no posee los típicos tatuajes que todos ellos marcan en sus cuerpos para siempre... los suyos son muy diferentes.
Aunque se basan en las mismas flechas que decoran los cuerpos de los bisontes voladores, los tatuajes de Feng son de un color azul muy claro apenas visible, además de extenderse por todo su cuerpo menos su cabeza, algo que sin embargo suelen hacer muchos Maestros Aire. Por no hablar de la gran diferencia respecto a ellos de tener pelo... y aún por encima así de largo.
En contraste con estas diferencias, los tatuajes de Feng parecen abarcar más puntos de su cuerpo que los de los otros maestros... sobre su corazón se juntan todas las flechas, y el único tatuaje que hay en su cabeza es un diminuto círculo que parece representar el Ying-Yang en medio mismo de su frente.
Midiendo alrededor del metro setenta y dos, Feng no es especialmente alto, aunque tampoco demasiado bajo; una medida estándar que se ve levemente eclipsada por los apenas cincuenta y cuatro kilos de peso que el sabio posee... un peso insuficiente según lo que debería ser saludable... aparentemente, ya que no es más que otra forma de demostrar su poder... mediante la inmensa velocidad que puede alcanzar con su Aire-control sumado a sus características físicas.
Extremadamente ligero y esbelto, Feng no es un joven especialmente fuerte, lo cual no quiere decir que sea débil, precisamente. Su fuerza se ve reflejada en su fibrado cuerpo no desarrollado hasta el punto de volverse grotesco, pero sí lo suficiente para poseer una fuerza considerable sin aparentarlo; en lo que destaca sin embargo es en ser muy rápido y ágil, además de flexible y de poseer un equilibrio digno de un acróbata profesional.
Suele utilizar ropas que curiosamente estuvieron de moda hace tiempo en el Reino Tierra, de colores verdes, amplias y entre holgadas y cómodas para luchar, con útiles sandalias para poder moverse rápido o descalzarse con eficiencia, algo que suele hacer para correr y pelear más rápido y mejor.
Suele recogerse el pelo en una larga coleta o, en su defecto, una trenza para asegurarlo aún más.